Descripción

Cuando Agustín nació era un bebé precioso, regordete, con unos preciosos ojos grandes marrones. Todo le llamaba la atención y pronto se movía observando el maravilloso mundo que lo rodeaba.
Pero un buen día la tristeza, el llanto y la exigencia se apoderaron de Agustín empezando a llorar y llorar sin que nada le llamara la atención. No había canción, cuento, juego, o palabra de consuelo que lo hiciera calmarse.
¿Qué pasará para que Agustín vuelva a calmarse y no ser tan exigente?

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